miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Por qué el artículo anterior?

Estimados amigos:

Os habréis preguntado que hace esta buena mujer hablando de la depresión postvacacional a estas alturas del año, cuando por fin he conseguido pagar el último recibo de la visa de las pasadas vacaciones. Bromas, ¿o no?, a parte, lo cierto es que estos días no acaba de arrancar el invierno y  el clima está gastándole bromas pesadas a nuestros ritmos circadianos, que si ahora frío, ahora calor, ahora viento, ahora nieve en las montañas que baja a la ciudad en forma de brisa gélida, niebla, ahora llueve. No llevas la ropa adecuada, no estás preparado para los imprevistos, y te fastidia sobremanera eso de no poder prever qué va pasar. Y ya no te cuento si tienes niños. Y ahora viene Navidad. 

 La verdadera época de la depresión por excelencia. Tiempo para pasarlo con la familia y los amigos. Eso nos venden y es una tradición mágica, si realmente todo es una balsa de aceite y tienes la oportunidad de disfrutarlo entre sonrisas y abrazos. Lo difícil es cuando en las familias no hay risas, hay tragedias, mentiras ocultas o disfrazadas, traiciones, deudas, el paro, la quiebra, hipotecas vencidas qué no sabes cómo pagarás, enfermedades incurables, abortos deseados o indeseados, divorcios, y muchas otras pérdidas que amargan los polvorones y algunos ocultan tras varias copas de cava, catalán eso sí. Así que antes de amargarnos la Dulce Navidad, coge a un buen amigo, o ponte delante del espejo, o vete al bosque, o coge lápiz y papel, o ponte delante del ordenador, o vete a ver al enrollado de tu médico de cabecera, y COGE AL TORO POR LOS CUERNOS, la información es poder, y el miedo no puede vencerte ahora. Es el momento para poner la pausa y respirar hondo, ver que es reparable y qué no lo es. Lo que sea irreparable, déjalo, ya no podemos hacer nada por salvarlo. Lo que se pueda salvar. Lucha con todas tus fuerzas. Pero, amigo, con cabeza, con un plan de ataque. Conviértete en el mejor estratega del mundo. No te de vergüenza contactar con un psicólogo o un coach o con alguien que haya o esté visitando a uno. Si no navega por internet, vete a la biblioteca. El camino está ahí, no será fácil, pero existe. Y lo que no te mata, te hace más fuerte. Un cálido abrazo y Feliz Navidad por adelantado. 
Mar Estévez. Psicóloga y Coach. Lda. núm. 13.360  Coach. Soc. ASESCO núm.10.113


Aprèn a cuidarte: després de les vacances/ Aprende a cuidarte: después de vacaciones


Existen personas que sufren de un cierto estado de desánimo después de las vacaciones y sobretodo cuando retoman el trabajo, pero lo que llama la atención, es que unas semanas después aún perdura. ¿Qué ta parecería haberte ido de vacaciones y volver al trabajo al 100% como si nada hubiera pasado? ¿Qué sentido tendría entonces este período tan deseado durante el resto del año? Si habéis conseguido desconectar y pensar en otras cosas que no sean las obligaciones cotidianas....¡Felicidades! Es normal sentirse alocado los primeros días e incluso sufrir cierta melancolía post-vacaciones. La depresión, que estos días amenaza a algunos individuos tiene que ver también con la disminución de horas de luz solar y los cambios de temperatura. Lo importante es valorar cuanto tiempo tardas en recuperar la sensación de cotidianidad. Sin olvidar que sentirse así puede que sea “normal” y que esté causando cierta sensación de tristeza por haber dejado de hacer todo lo que nos gusta. Traducción del Artículo publicado en el semanario gratuito Tot SantCugat n. 1024 26/09/2006

+info
Es momento de priorizar y no sobrecargarse. Motivaros cumpliendo pequeños objetivos y no desgastéis la energía que las vacaciones os ha regalado.

Libros que forman parte de la biblioteca recomendada por Alex Rovira

Hola a todos:
Si existe alguien, que se ha ganado mi respeto por excelencia, talento y árduo trabajo demostrables es Álex Rovira.
Después de mi accidente, algo que he perdido es la vergüenza. Muchos de vosotros os habréis reído ante esta afirmación, pero es cierto, yo soy mi tímida para lo verdaderamente importante. Siempre he dicho aquéllo de: "La vergüenza era alfalfa y se la comió un burro" para armarme de valor y acometer algo a lo que no me atrevía cuando tocaba, no obstante un nudo en la garganta  o en el estómago me atormentaban. Así que lo he ganado en su lugar ha sido valor para picar a las puertas de personas a las que nunca hubiera imaginado. Coautores que se codean con Álex Rovira, a quiénes les he explicado mi historia y solicitado formar parte de sus filas. ¿Y sabes? No me han mordido. No me he muerto. Estoy aquí. Vivita y coleando. Han sido amables, afables y considerados. 
Ahora antes de que se me pase todo este ataque de valentía tendré que contactar con Álex Rovira porque tengo pavor a que esto forme parte de las secuelas y que cuando éstas pasen, esto pase con ellas. 
Antes del accidente, me volqué en su colección, antes de ayer, encontré uno de los libros que acababa de comprar entonces, y que había empezado a leer. Algo que tienen estos libros, escritos como fábulas, es que son amenos, fáciles de leer, y enganchan. En general, me los leía del tirón. Y de nuevo, me alegré porque así lo hice. Siempre extrayendo los parágrafos y frases más importantes para luego escribir algún artículo interesante o compartirlo en terapia con alguno de mis pacientes. 
Si habéis observado, he adjuntado el link, en el encontraréis los libros y un breve resumen, os animo a que los leáis. Una de las virtudes que tiene Álex, es lo contrario de la soberbia, ha escogido una gran biblioteca, alguno de los libros si que están escritos por él, en solitario o en compañía de algún gran compañero como puede ser Francesc Miralles, después lo que se ha atrevido a hacer es una excelente selección de autores y títulos relacionados con la materia que el está tratando entre ellas la Psiconomía, que es quién me puso en contacto con ella. Tiene un blog propio. No os voy a hacer todo el trabajo de búsqueda, aquí si que os animo a poneros las pilas. ¡Qué disfrutéis! Un cálido abrazo! Mar